El DISCURSO DEL REY

            Este fin de semana estuve en Lima y entre otras actividades aproveché para ver la tan promocionada película de corte histórico EL DISCURSO DEL REY, basada en la historia real del Rey Jorge VI y que describe el esfuerzo denodado del monarca en busca de su voz y su autoridad. Vemos como Jorge VI de Inglaterra, luego de la abdicación de su hermano y acceder al trono, tuvo que superar sus problemas para transmitir unidad, coraje, esperanza y liderazgo a su nación en uno de los momentos más lúgubres y difíciles de su historia.

Y sirva ello para reflexionar, que un príncipe (como decía Maquiavelo), o un gobernante (de cualquier tiempo o espacio histórico), siempre, pero sobre todo al inicio de su gestión o gobierno, debe insuflar liderazgo, optimismo, fe, esperanza y unidad del pueblo. Si bien es verdad que la historia la hacen los pueblos, sin embargo, también es verdad que los líderes o gobernantes devienen en personalidades que son el producto histórico o expresión social del mismo y ponen su cuota para dirigirlo por la senda correcta del progreso y el desarrollo.

Ser gobernante entraña una tremenda responsabilidad social toda vez que, quien es electo para gobernar, obtiene en sus manos un inmenso poder que le da el propio pueblo para dirigir a la colectividad; es por ello que quien gobierna debe estar debidamente preparado para hacerlo. Gobernar implica dirigir todo un aparato administrativo y de gobierno de manera eficiente y eficaz, ni que decir del manejo honrado del mismo.

La precariedad y la mala fe en el manejo de la cosa pública se nota de inmediato.

Hay quienes acceden al gobierno sin merecerlo y que, por esas cosas de la falta de cultura política y social manipulan al pueblo y compran el voto de nuestros modestos ciudadanos. En los gobiernos locales del interior del país se notan más estas precariedades y orfandades de los que son elegidos. Ahora bien, saca tú tus propias conclusiones de cómo vamos marchando aquí en Huarmey, ¿Se están tomando las medidas y decisiones correctas? ¿Los funcionarios son los adecuados? Reúnen el perfil que indican los propios instrumentos de gestión?

Esperemos que en un esfuerzo de lucha personal y de identificación con su pueblo, se enmiende el rumbo… y se hagan los esfuerzos necesarios para transmitir dinamismo, perseverancia, lucha, coraje, unidad y liderazgo en esta latitud de nuestro país. La empatía del gobernante con su pueblo viene con las adecuadas y correctas acciones de gobierno, de manera natural, no forzada… no es tarea de adulones.

Finalmente, no podemos concluir sin invocar que, ahora que está en curso este proceso electoral para elegir al Presidente de la República y a los Congresistas, elijamos a las personas adecuadas que se identifiquen con los reales derechos e intereses de nuestro pueblo. Saquemos experiencia de los golpes sufridos.

ATV