En un artículo publicado en el último número de la revista El Observador Provincial, un conspícuo funcionario edil escribió: “Necesitamos que las organizaciones de base y líderes de Huarmey al margen de nuestras discrepancias propias como huarmeyanos, estemos unidos frente a la amenaza que representa la forestación de Antamina”. Más adelante agrega: “No olvidemos que una cuestión básica para ganar una negociación, es debilitar el ´Ethos´ de la contraparte; es decir la ética y la moral de la persona para bajar la credibilidad”. Hasta allí todo bien, concordamos con ese razonamiento, pero no estamos de acuerdo con la conclusión cuando afirma: “Alli vemos el caso del estroncio y otros. Todo maquinado, al parecer, desde las oficinas de Antamina; en la cual han caído inocentemente algunos”.
Todos somos testigos que el tema del estroncio lo formuló y difundió el propio alcalde José Benites y su Corte, los medios de comunicación local y nacional solo cumplieron con su labor de informar. O acaso Antamina le dijo al alcalde que levante el tema del estroncio? Si el alcalde no hubiese tocado e insistido tercamente en el tema del estroncio nunca hubiese existido el “caso estroncio”. No pequen de ingénuos señores cortesanos y no pretendan atribuir a otros sus propios errores.
Es cierto que en toda negociación, sobre todo cuando hay un grave conflicto que resolver, el adversario trata de minar el ethos del adversario, es decir, su credibilidad. El ethos está íntimamente vinculado con la ética, con la fuerza moral de la persona. Un hombre ético es aquel que tiene credibilidad y ello moldea su personalidad y su carácter y lo proyecta y lo afirma socialmente.
Pero lo cierto es, y todos los sabemos, que ni Antamina ni sus operadores necesitan hacer mucho esfuerzo para minar la credibilidad del alcalde y los integrantes de su Corte, ellos mismos, todos los días se torpedean y dinamitan su credibilidad, con sus crasos errores, yerros, tapando los actos que lindan con la corrupción y conductas dolosas que ocurren en su entorno. A estas alturas está demás detallar estos hechos, todos los conocemos.
El panorama se vuelve sombrío para este gobierno si se diese el caso que ciudadanos huarmeyanos quieran hacer uso del derecho constitucional y legal de la revocatoria.
Todos nos damos cuenta (menos el alcalde y su Corte), que ellos mismos se han puesto al filo de la navaja que mella su credibilidad y erosiona su autoridad moral. Eso debe alegrarnos? Por supuesto que no, porque nos afecta, afecta al futuro de nuestra provincia.
Este gobierno local está ciego y marchan al despeñadero y no quieren entender que deben corregir sus errores, al parecer no lo harán; pero, aún así, pido a los huarmeyanos cerrar filas en torno al tema de la negociación con Antamina. Así haya ciudadanos que quieran ejercer su derecho a la revocatoria, así se tenga que criticar a este gobierno local cuando se tenga razón para hacerlo, en el tema de la negociación debemos mantener la más firme y férrea Unidad.
Por supuesto que lo ideal es que este gobierno edil reconozca sus errores, se haga una autocrítica, enmiende rumbos, y así afirme su ethos y se empodere sobre la situación, se gane la confianza, la autoridad moral y el respeto de todo el pueblo huarmeyano, pero, a estas alturas es muy difícil, casi imposible que lo haga. Por ello, la Unidad es muy difícil de lograr en todos los actos de este gobierno, pero sí es posible alcanzar la Unidad en torno a la negociación con Antamina, aún en pleno proceso de revocatoria, si se diese ese caso.
Tengamos presente que el comando nunca muere.
El pueblo de Huarmey sí entiende la urgente necesidad de la Unidad. Y nos podemos Unir en torno a ese gran objetivo que es salir airosos en la negociación con Antamina; y así hay que hacerle entender a este gobierno edil, la Unidad no es para tapar la corrupción o la ineficiencia, la Unidad es en defensa de la Vida, la salud, nuestro ambiente y para exigir a Antamina cumpla con su responsabilidad social.
ATV
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