BIENVENIDOS A MI BLOGGER

Bienvenidos

jueves, 17 de noviembre de 2011

EL ARTE DE LA POLÉMICA

DEBATIENDO CON PROPIEDAD.


        Hace poco escuchamos a nuestro alcalde José Benites, declarando para una emisora radial de Huaraz, refiriéndose a un periodista de Huarmey quien había enviado un reporte noticioso referente a su gestión, dijo: “… es un engendro maldito… debe irse de esta ciudad…”; poco después ante un comentario irónico vertido por la periodista Rosa María Palacios, respecto a las afirmaciones de aquél sobre el estroncio, quien según dijo “disminuye las hormonas masculinas incrementando el porcentaje de la homosexualidad”, le escuchamos responderle ante el noticiero 24 Horas de Panamericana televisión: “… que venga a Huarmey y vea la virilidad del hombre, yo me comprometo a llevarla al paraíso 10, 15 veces como varón que soy…”, dizque por la ofensa que había hecho la periodista a los varones huarmeyanos. Yo particularmente no me siento ofendido por la periodista quien solo recurrió a la fina ironía ante unas afirmaciones calamitosas y fuera de lugar de nuestro alcalde. Seguidamente, a través de comentarios efectuados en su cuenta de Facebook también pudimos leer la opinión al respecto del funcionario encargado de los asuntos de educación y cultura de la Municipalidad Provincial de Huarmey: “…. Me apunto, pero eso sí, antes le tapo la cara con una almohada…”, declaración que por cierto luego borró de su cuenta, al parecer sintió algo de vergüenza por las críticas que recibió de varios huarmeyanos.

Esto evidencia una pobreza o precariedad de recursos para la polémica o el debate que no deberían obviar personajes públicos o de gobierno como los mencionados. Se ve cómo fácilmente pierden los papeles, se sulfuran y recurren al insulto, a la diatriba, a los improperios y a la descalificación personal fácil o barata. Eso sucede generalmente cuando no se tiene la razón, se carece de argumentos o cuando se vierten inexactitudes o falsedades que después no se pueden probar o sostener. No saben discrepar ni debatir, a quien discrepa con ellos lo consideran su enemigo. Hace un tiempo todos fuimos testigo cómo Alan García y Jorge del Castillo, carentes de argumentos ante la contundencia de los análisis políticos que en su columna diaria escribía el periodista Alvarez Rodrich, aquellos perdían los papeles. Vimos ese bochornoso incidente que protagonizó del Castillo en el set de RPP.

Es que la Polémica es un Arte. Para debatir y salir airoso se necesita tener la razón de nuestro lado y saber defender nuestra Verdad con argumentos, con razones, con fundamentos valederos. Quien no tiene argumentos pierde el control y recurre al ataque personal y artero.

Hemos dicho muchas veces que no nos debemos asustar del debate o la polémica porque se trata simplemente de la confrontación de ideas, de posiciones. Es la discusión, controversia o contienda, por cierto alturada, de dos posiciones generalmente antagónicas entre dos o más personas sobre un determinado tema o problema. Cada quien sostiene o defiende su posición pero jamás debe descenderse a la ofensa personal o el insulto.

Yo recomendaba a mis alumnos de derecho adiestrarse en la argumentación. Los estudiantes de derecho como futuros abogados deben ser expertos en la argumentación, para eso llevan el curso de argumentación jurídica. Es más, todo ciudadano que emita juicios u opiniones debe adiestrarse en estos temas, ahora en estos tiempos de internet es fácil recurrir a la información y adiestramiento. Difícil era antes cuando teníamos que estar días y horas enteras en una biblioteca pública en búsqueda de conocimiento e información. Hay que saber aprovechar positivamente las bondades de la modernidad. Hoy en día por el desarrollo de la ciencia y la tecnología podemos llevar cientos o miles de libros en un dispositivo electrónico como un e-book, una Tablet o una laptop.

La polémica o debate puede ser oral o escrito. Los clásicos nos han dejado brillantes libros, artículos o escritos que constituyen emblemáticas demostraciones de cómo se polemiza o debate con altura y mejor con brillantez. Ellos deben ser nuestros referentes.

El debate o polémica es una confrontación de ideas, una lucha de un pensamiento contra otro pensamiento, una compulsión de fuerza de ideas y opiniones. ¿Acaso eso hemos observado en las expresiones de nuestro alcalde y su funcionario de educación y cultura? Evidentemente que no.

De lo que se trata no es de liquidar o destruir a la persona, de lo que se trata es de desnudar o poner en evidencia la miseria, precariedad u orfandad de ideas del adversario, que sus conceptos son equivocados, errados o constituyen una falacia, o que, de seguir la posición o idea que propugna nos puede llevar por caminos errados y a la derrota. De eso se trata. Se trata además de convencer al auditorio o a quienes nos leen o escuchan de la justeza de nuestros argumentos. ¿Eso ha hecho el alcalde o su funcionario? Es clarísimo como el agua que no.

Hasta para polemizar o debatir hay que tener una estrategia clara y definida y una táctica polémica flexible ajustada a las circunstancias. Últimamente escuchamos, vemos y leemos en los medios de comunicación radial, televisivo y escrito de nuestra localidad diversas posiciones, de autoridades, personajes, periodistas y comunicadores, cada quien tratando de convencernos. Allí vemos su forma de comunicar, de polemizar y debatir, la forma cómo presentan sus argumentos. Alli nos damos cuenta quién tiene la razón y quién no la tiene. En diversos escenarios vemos qué es lo más conveniente para nuestro pueblo, la colectividad o la sociedad.

También hay mudos, por comodidad o conveniencia, pero que después aparecen en elecciones con dádivas, promesas y manipulaciones. Estos son peligrosos, ya vemos los resultados de las últimas elecciones.

Al polemizar no se debe perder de vista lo principal, no irse por las ramas, muchas veces el adversario sabedor que perderá el debate por no asistirle la razón pretenderá desviar la discusión a puntos intrascendentes. No dejarse arrastrar a una discusión estéril, innecesaria y dañina, sobre todo cuando quien se pone al frente carece de la altura y la preparación necesaria.

Las circunstancias que viene atravesando nuestra querida provincia nos impele a formular este modesto aporte para elevar el nivel de la polémica y debatir con propiedad, lo que redundará positivamente en nuestras relaciones sociales.

ATV

1 comentario:

  1. Deliciosa lectura sobre el debate mi estimado Amador, efectivamente se suele perder rápidamente los papeles cuando no existe un argumento de validez, sea por falta de razón, verdad o falta de educación, como suele ocurrir con muchos políticos.

    ResponderEliminar