En la tumba del Dr. Pedro Tapia Marcelo, con ocasión de su responso a una semana de su asesinato, escuchamos a una de la personas que hicieron uso de la palabra: “…que me perdone el profesor… pero no podemos olvidar, no podemos perdonar. Olvidar, perdonar es dar una carta blanca para que esto vuelva a repetirse, para que estos miserables vuelvan a cobrar otra víctima y seguir matando que puede ser cualquiera de nosotros…”. Siguieron otros oradores quienes expresaron enfáticamente y con mucho sentimiento, que solo puede salir de almas adoloridas, que no cejarán en su clamor de justicia hasta que se sancione con todo el peso de la ley a los autores materiales e intelectuales de tan execrable crimen. Este vil y alevoso asesinato ha dejado una tremenda herida en muchísimos ciudadanos que muy difícilmente cicatrizará si no alcanzan justicia.
El asesinato a mansalva del Dr. Pedro Tapia Marcelo, cuyos móviles están en investigación (algunos se entusiasman con las suposiciones nada serias que pretende confundir a la opinión pública y “orientar” la investigación con la precaria tesis del crimen pasional, claramente montado mediáticamente por los interesados en hacerlo), sin embargo, para la policía la hipótesis más fuerte es que las motivaciones tienen un origen político. Al final del proceso se sabrá la verdad, todavía hay mucho pan que rebanar. Este gravísimo delito ha puesto a la vista de todos (que de tanto estar a la vista ya no le prestamos atención) el clima de violencia, inseguridad y permanente confrontación social por la que viene atravesando nuestra provincia.
Hace poco declaré para www.huarmeyperú.com, que todo gobierno sea nacional, regional o local debe poner primerísima atención en los temas de orden, paz social y seguridad ciudadana, base y premisas fundamentales para el desarrollo; y precisamente de éstas adolece Huarmey hoy más que nunca. Nunca hubo tanto desorden, caos, violencia, confrontación e inseguridad de nuestra provincia como la que actualmente venimos padeciendo.
Un claro exponente del desorden, entre muchos otros, son las mototaxis que a vista y paciencia de la “autoridad” circulan con lunas polarizadas, un vehículo menor con asiento para “copiloto”, con altoparlantes donde el pasajero se golpea la cabeza al subir, y en muchos casos sin placas (o con números tan pequeños que no se pueden leer cuando están en movimiento) y, el colmo, conducidos por menores de edad o personas sin licencia para conducir, que, así fácilmente se prestan para el robo, el asalto, la violación de mujeres y otra clase de delitos en agravio de nuestra sociedad huarmeyana. La autoridad hace poco o nada por resolver de una vez por todas y de raíz este flagelo.
Muchos casos de violencia son promovidos por la propia autoridad como cuando el Gerente Municipal Eduan Roncal, incentivó a que se ejerza violencia contra un comunicador social a quien se le quitó su filmadora por filmar un acto público que se estaba pasando en directo por un canal de televisión; incluso, hemos visto cómo individuos alentados por el alcalde, buscaron y condujeron a la plaza pública al Gobernador de nuestra provincia (representante del Presidente de la República) aquella vez del paro provincial; también todos hemos escuchado, y fue difundido por los medios de comunicación social local, a individuos que amenazaban “apretar” a periodistas y comunicadores, y lo decían abiertamente en reuniones y en presencia del alcalde; etc. etc. , y no pasa nada. En fin, los ejemplos son muchos, ustedes lectores conocen de muchos otros casos; todos ellos alientan a un clima de violencia, confrontación, división, caos y otros males o lacras sociales.
El clima social es tan hostil y el irrespeto a la institucionalidad tan grave que deben tomarse medidas urgentes para enmendar estos males. Creemos que nuestra autoridad edil debe reaccionar y tomar las medidas necesarias para enervar estos males, para ello debe hacer funcionar como se debe al Comité Provincial de Seguridad Ciudadana que es encabezada y presidida por el alcalde e integrada por el Gobernador, el Comandante PNP, la Fiscal provincial, El Juez Mixto de Huarmey, el Director de la Ugel, el Director del Hospital, tres alcaldes distritales, un representante de las Juntas Vecinales y los llamados por ley. Es altamente clamoroso que se haya asesinado a un integrante del Comité provincial de Seguridad Ciudadana (el Dr. Pedro Tapia, lo integró como Director del Hospital), y no se multipliquen los esfuerzos para dar con los culpables. Esto no es juego señor Alcalde, debe poner en marcha este Comité y hacerlo funcionar. Lo mismo debe ordenar a sus funcionarios municipales que ordenen el tránsito, pongan orden en el servicio de mototaxis, y trabajen día y noche por la seguridad ciudadana en Huarmey. Ud. fue elegido para resolver estos problemas y no para agravarlos.
Aasimismo, los propios llamados dirigentes o líderes de la sociedad civil organizada o no organizada deben coadyudar a esta labor y no estar solo por intereses personales, de grupo o peor aún de orden crematístico o para sacar ventajas económicas o lograr prebendas personales, lo cual sería ya indicadores de lo mal que marcha nuestra sociedad huarmeyana y que los males se han enraizado, ante esa eventualidad nos costará más trabajo revertir estos males que pueden ser ya endémicos.
El trabajo es arduo, todos los ciudadanos y ciudadanas debemos coadayudar a superar este clima de violencia oponiéndonos firmemente a ellas y exigiendo a nuestras autoridades, dirigentes y líderes sociales, estén a la altura que la historia y los tiempos actuales les exigen.
Finalmente, es necesario recalcar y aunarnos, una vez más, al clamor que pide que se investigue y se sancione a los responsables materiales e intelectuales de la muerte del Dr. Pedro Tapia Marcelo, una investigación seria, sistemática, científica, técnica y con profesionalismo policial dará pronto resultados. Así se contribuirá con traer paz social y mitigar el dolor humano de muchos ante tanta perfidia.
ATV