CASO PEDRO TAPIA:
NO HAY CRIMEN PERFECTO
“HAY CIERTAS PISTAS EN LA ESCENA DE UN CRIMEN QUE POR SU NATURALEZA NADIE PUEDE RECOGER O EXAMINAR… SON COSAS QUE HAY QUE SABER BUSCAR”.
Dr. James T. Reese
No hay crimen perfecto. Hay pistas que señalan que, en el caso del Dr. Pedro Tapia, el autor o los autores intelectuales, no solo se preocuparon en buscar y contratar al autor o autores materiales del crimen, también se preocuparon en sembrar un móvil (el supuesto móvil pasional o sentimental). Un móvil fofo. Ese fue el error y por ahí se puede desentrañar el hilo de la madeja y conducir a más pistas. Ya todos sabemos que ese móvil tuvieron que dejarlo a un lado por su fragilidad y porque no resiste un análisis serio.
Es bueno señalar que móvil viene a ser el motivo, causa o razón por la que se cometió el crimen. En esa orientación tenemos que preguntarnos cuál fue la razón, causa o motivo por la que, supuestamente, Victorino Castro, actuó con premeditación, alevosía y ventaja y descerrajó 8 tiros a Pedro Tapia. Porqué tendría que haber actuado con esa crueldad?
Ya sabemos que la motivación pasional se caía y finalmente se cayó. Se sabe que el incriminado y la incriminada nunca hicieron vida convivencial o de pareja, se conocieron fugazmente una noche y de esa efímera relación procrearon a su menor hija, pero no tuvieron una relación amorosa o sentimental más o menos duradera ni siquiera de corto tiempo, mucho menos una relación convivencial, al punto que al incriminado tuvieron que exigirle la pensión alimenticia por la vía legal. La incriminada tiene su pareja desde hace un buen tiempo, igual el incriminado. En todo caso, la víctima hubiese sido la actual pareja de la incriminada y no Pedro Tapia. Por tanto el móvil sentimental o pasional (“lío de faldas”, pregonaban), no existe, y no existe por no haber una vinculación afectiva de pareja. Aquí no hay asuntos de abandono, infidelidad, problemas de convivencia o algo por el estilo. Nunca hubo una relación marital, ni legal ni de hecho.
Estamos ante un proceso penal sui generis, donde la policía, la fiscalía y el juzgado no han establecido un móvil o por lo menos una presunción razonable de cuál fue o pudo ser el móvil por la que Victorino Castro, habría asesinado al Dr. Pedro Tapia. Hasta donde sabemos Victorino Castro no es un delincuente, no tiene antecedentes judiciales, nunca ha pisado prisión, antes bien es un Oficial de Mar de 3ra. (OM3-AP) en actividad de la Marina de Guerra del Perú, y según informaciones esta institución ya ha alcanzado documentación oficial al Juez sobre la foja de servicios de este marino y respecto de sus actividades el día de los hechos, que indicaría que habría estado en un establecimiento de la Marina. Si es así, probablemente su defensa pedirá la variación del mandato de detención por el de comparecencia, así como que se le separe del proceso, o en todo caso, oportunamente, el Juzgado puede declararlo inocente. Si esto fuese así, quedaría la gran pregunta: quién o quiénes y porqué se esmeraron en sembrar la motivación del crimen pasional y porqué incriminaron a un inocente. Pero lo más importante: quién o quiénes fueron los autores intelectuales y materiales? Cuál es el real móvil que llevaron a este execrable crimen? O es que el incriminado actuó como sicario? Y si actuó como sicario, quién fue el nexo y quién le pagó?
No hay crimen sin móvil y sin autores. Como sabemos se aperturó un proceso penal, al parecer con apresuramiento, por presiones mediáticas o de otro tipo y sin contar con un móvil más o menos definido o claro. Ese fue el error, el pretender sembrar el móvil pasional o sentimental.
En el proceso, en su oportunidad, tendrán que ponerse frente a frente y confrontarse a los testigos y agraviados, quiénes tendrán que explicar porqué cayeron en serias contradicciones en sus declaraciones respecto de las características e identificación del autor de los disparos, declaraciones tomadas el mismo día de los hechos. En el momento del crimen estuvieron presentes varios testigos además de la agraviada. El juez dispuso la detención basándose en la sindicación de una sola persona, los demás testigos daban descripción distinta o no daban descripción. No hubo otra prueba más que sirva de sustento contundente para disponer el mandato de detención, más que una sola sindicación.
También, en su momento tendrán que comparecer los policías a cargo de la investigación y explicar con detalles cómo formularon el identifax, cómo dieron a las pocas horas con la identificación del incriminado a pesar de las gruesas contradicciones de quienes estuvieron presentes ese día en la escena del crimen respecto de las características físicas del autor de los disparos. Es extraño que prácticamente a pocos días del crimen (horas diríamos) en algunos medios de comunicación se machacaba con insistencia el pretendido móvil pasional o sentimental y se publicaba la misma fotografía que alguien tomó del faceboock del incriminado. Móvil que luego se derrumbó solo.
Ya lo dijimos, hay mucho pan por rebanar. No hay crimen perfecto. Hay un cúmulo de indicios sobre determinadas conductas, antes, durante y después de los hechos que deben ser examinados con lupa y debidamente verificados. Sabemos que en eso está la defensa y el Ministerio Público. Si este caso se resuelve sancionando a los reales autores, el Fiscal de la causa y el Abogado de la familia del Dr. Tapia, no solo ayudarán a la Justicia, sino, además se prestigiarán.
El resultado del levantamiento del secreto de las comunicaciones también “hablará” y dirá lo que tiene que decir en su momento conduciendo a otras pistas.
De haber sorpresas las habrá. Este crimen no quedará impune como desean sus autores, es por ello que, coincidimos con James T. Reese: “Hay ciertas pistas en la escena del crimen que por su naturaleza nadie puede recoger o examinar… Son cosas que hay que saber buscar”. El Fiscal del caso debe buscar estas pistas y demostrar prolijidad, sapiencia, dedicación y profesionalismo. Y la defensa debe hacer lo mismo, para que se identifique, ubique, procese y se sancione a los culpables, para que el alma del Dr. Pedro Tapia pueda descansar en paz. Todos quienes pueden aportar algo deben darlo a conocer.
La Justicia puede tardar pero llega. Esto es válido para todo.
ATV
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